La crisis que azota a nuestro país es una innegable realidad, y en medio de la ruina económica y el caos político y social el venezolano busca maneras de distraerse de tanta cosa negativa, queriendo muchos refugiarse en lo que es sin duda el deporte nacional y el más popular y visto del país. Antes, y hablamos de incluso la temporada pasada, cualquier persona de cualquier clase social podía asistir con cierto nivel de comodidad y facilidad a los estadios del país para disfrutar, por esos pocos meses que la tenemos, la liga de béisbol profesional, para compartir un día de sano entretenimiento con la familia. Pero precisamente es la crisis lo que nos ha robado incluso el disfrute de un partido de béisbol en el estadio con una cerveza fría en la mano.
Los precios pueden variar de estadio a estadio, pero las entradas no dejan de ser sumamente costosas, y eso sin contar siquiera lo que uno quiera consumir en el estadio, como la ya mencionada cerveza, o unas papitas o cotufas para saciar el hambre, pues si sumamos eso, hay que ser rico para poder costearlo, y aún así pega en el bolsillo.
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Los habitantes de la Isla de Margarita son los que se ven favorecidos con las tarifas más bajas, pues las gradas tienen un costo de sólo 250 bolívares en juegos regulares, y 400 bolívares en juegos contra Caracas o Magallanes; y las sillas centrales oscilan entre los 1.700 y 2.400 bolivares. Por supuesto, los precios más caros se encuentran en el estadio universitario en Caracas, donde las gradas ascienden a 1.000, y las sillas del medio a 5.400.
Sacando un promedio donde se toman en cuenta los precios que tienen los 8 equipos, las gradas salen en 735 Bs.F., las sillas centrales en 3.401 Bs.F. y las VIP en 7.182 Bs.F.
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Esto quiere decir que una persona que gane sueldo mínimo gastaría el 15% de su sueldo mínimo si quiere ver un juego en un buen sitio, pagando sillas, y como ya dijimos, sin contar refrigerios o souvenirs. Ahora comparemos con el resto de ligas invernales importantes de América, como lo son la LIDOM, en República Dominicana, la LBPRC en Puerto Rico y la LMB de México.
El sueldo mínimo en República Dominicana es de aproximadamente 6.880 pesos dominicanos al mes, y una entrada para asistir a un juego en el Estadio Quisqueya de Santo Domingo se ubica en 150 pesos si se quiere apostar por lo barato y comprar gradas; eso representa un mero 2% del sueldo mínimo. Incluso si se quiere asistir en sillas para tener una buena vista, se gastan 700 pesos, que son un 10% del sueldo. Si, es un porcentaje bastante alto, pero eso es si se gastan en las mejores sillas del recinto, y estamos seguros de que los refrigerios no cuestan un riñón.
Si usted quiere asistir a un juego de la LMB pero no quiere gastar mucho, entonces compraría las entradas para ver el partido desde las gradas, lo que le valdría un gasto de 5 pesos mexicanos, osea, un 2% del sueldo mínimo de 2220 pesos mexicanos al mes. Las entradas de sillas cuestan 100 pesos, apenas 4%, que es bastante barato si quiere ver el juego desde una buena posición.
Ahora comparemos con los precios que hay en Puerto Rico, en la liga Roberto Clemente. Un juego en el estadio Hiram Bithorn de San Juan, presenciado desde el sitio más barato, tiene un costo de 5 dólares americanos, y el sueldo mínimo mensual allá es de más o menos 1.500 dólares al mes, por lo que se le estaría yendo un increíble porcentaje de 0,3% de su sueldo; que fortuna tienen los puertorriqueños de disfrutar de partidos baratos, cosa que no nos pasa.
Lo que es más, si quiere ver el juego desde las sillas centrales, gastaría 10 dólares, 0,6% de su sueldo mínimo. Incluso si nos vamos mucho más lejos y queremos comprar un abono para la temporada en un buen sitio, nos cobran alrededor de 200$, que hace 12% del sueldo. Es algo, pero vale muchísimo la pena si se va a pagar por disfrutar de la temporada completa. Da que pensar
