Cada cierto tiempo del Béisbol Profesional Nipón salen fenómenos como el lanzador Masahiro Tanaka o el insigne bateador Ichiro Suzuki. Esta vez la joya que muestra la liga japonesa se llama Shohei Otani, un muchacho de 22 años que se perfila para ser el próximo Babe Ruth.
¿Cómo así? Fácil. El chamo batea y lanza. No solo “batea y lanza”, sino que puede cumplir ambas funciones excepcionalmente y mejor que muchos. Puede sacar pelotas del parque con facilidad y puede sobrepasar las 100 millas por hora con su recta, como muchas veces lo ha hecho en su tierra, con el equipo Hokkaido Nippon Ham Fighters.
Si aún estás incrédulo o crees que estamos hablando paja o somos unos locos (aunque lo somos), te decimos que este año ganó 10 juegos, solo perdió cuatro y dejó efectividad de 1.86. Ponchó a 174 contrarios en 140.0 episodios, en los que apenas recibió 89 hits. Es un bárbaro que batea a la zurda y tira a la derecha.
En el plano ofensivo también comandó. En 104 compromisos y 323 turnos al bate, pegó 104 incogibles, 18 dobles, un triple, 22 cuadrangulares y terminó con 67 remolcadas y 65 carreras anotadas. Todo eso con un “humilde” promedio con el madero de .322.
Por si fuera poco, el fenómeno hasta ganó el Derby de Jonrones del circuito nipón. Te tenemos ese video, míralo sacando pelotas con total facilidad, con un swing limpio que lo asemeja al más elegante de las Grandes Ligas:
Otani se ha desempeñado en los jardines izquierdo y derecho, pero últimamente es solo bateador designado, algo que podría beneficiarlo, al no ser tan exigido en sus dos labores.
En 2016, en septiembre, rompió su propio récord de potencia. Previamente había sido medido varias veces en 163 kilómetros por hora, lo que es 101.2 millas. El 13 de ese mes, en martes, por cierto, lo midieron en 164 kilómetros (o 101.9 mph), el pitcheo más rápido en la historia del Béisbol Profesional Nipón. Extrañamente, el hombre que estaba parado en el home, Yoshio Ito, sacó el bate rápido para quitarse la recta de adentro y conectó un sencillo impulsor de dos a la pradera derecha.
El lanzamiento:
Se cree que Otani puede ser más talentoso y puede tener más “comida” como serpentinero que como toletero, por lo que se espera que cualquier club de Major League Baseball que lo firme eventualmente se enfocará en él como pitcher. Ya es lo suficientemente difícil. Los equipos de las Grandes Ligas querrán cuidar el platerío loco que le darán y ponerlo a hacer ambas tareas puede ser riesgoso, aunque quizás alguien lo haga y quiera aprovechar sus antológicas aptitudes, no nos apresuremos.
¿Cuánto podría costar este brillante y gigante diamante? Al momento de que Tanaka firmara con los Yankees de Nueva York, en enero de 2014, le dieron un contrato de siete temporadas y 155 millones de dólares. El derecho tenía 25 años de edad. Otani obtendrá incluso más porque es más joven y su bola rápida es más pesada y excelente que la de su paisano grandeliga, sin mencionar que los estándares de los acuerdos han subido enormemente y ahora se paga más dinero por quienes son unos fenómenos.
No hay una real indicación ni aparentemente intención clara de que los Fighters estén listos para poner a esta joya disponible para pactar con alguna organización de Estados Unidos, aunque estas deben estar locas por que eso suceda. Aún le quedan cinco años para entrar formalmente en la agencia libre internacional. Debido a que, sin importar lo que pueda pasar, están limitados a cobrar “solo” 20 millones de dólares para que un conjunto de MLB se siente a negociar con el joven pitcher/bateador, podrían mantenerlo por un par de años más y dedicarse a ganar juegos de pelota con él, como lanzador cada cinco días y como bateador designado cuando no está sobre la lomita.