La muerte de Carrie Fisher, la recordada princesa Leia de Star Wars, tomó al mundo del espectáculo por sorpresa, pues la actriz era relativamente joven y gozaba de buena salud. Murió el 26 de diciembre, 4 días luego de sufrir un infarto.
Aunque siempre será reconocida por el emblemático papel que interpretó, Fisher también había hecho una que otra osa recientemente, pero tuvo un resurgimiento en fama cuando volvió a interpretar al mítico personaje, esta vez general Leia, en la séptima entrega de Star Wars, que se estrenó en 2015 y es parte de una nueva trilogía que concluirá con el noveno episodio.
Se sabe entonces que Carrie Fisher había firmado con Disney (dueña de la franquicia Star Wars desde hace algunos años) para participar en dicha trilogía, y ya su parte en el episodio 8, a estrenarse en 2017, está grabada.
Pero la muerte de la actriz la impide de aparecer en el noveno episodio, a pesar de tener el contrato firmado, así que Disney recibió una cantidad desconocida de dinero (aunque se estima que pase los 50 millones de dólares) cuando la actriz murió, como parte de un seguro que debía pagarse si Fisher no cumplía con sus obligaciones contractuales.
Aún no se sabe que se hará al respecto del personaje de Leia ahora que Fisher no está. Cabe destacar que en Rogue One: A Star Wars Story, película perteneciente al mundo de la saga, y que salió hace menos de un mes, aparece un personaje interpretado por el actor Peter Cushing, que murió en 1994. Esto se logró capturando el movimiento de un actor al que se le «pegó» la cara de Cushing mediante efectos computarizados, y quizás se utilice este método para traer de vuelta a Leia en la novena entrega.