Recientemente, el actor venezolano Ricardo Álamo fue noticia en el país luego de que confesara que trabajaba como taxista de Uber en Estados Unidos, lo que generó muchas críticas por parte de los fanáticos; sin embargo, este no es el único talento criollo que ha abandonado su título de “galán de novela” para dedicarse a otros oficios mientras consolidan su internacionalización.
El protagonista de la película “Azul y no tan Rosa”, Guillermo García, es otro de estos artistas que ha abandonado las cámaras en su país para trabajar como repartidor de pizza en Los Ángeles, mientras continúa en la búsqueda de sueños y esperando la oportunidad de su vida, así lo publicó el periodista Daniel Ferrer en su cuenta de Instagram.
“El venezolano visualiza a sus artistas a través del cristal de la perfección, sin necesidades, en mansiones y con un Ferrari, y eso pudo ser real en los 80’s, pero ahora NO“, escribió.
Asimismo, enfatizó que el cambio que requiere el país inicia con el cambio interior de cada persona y que no se puede juzgar ligeramente a estos actores sin conocer cómo ha sido su vida.
“Cuando te encuentres a alguno de ellos en la calle NO CRITIQUES (…) dile que pronto volveremos a ser la Venezuela que soñamos, recuérdale con tus acciones quienes somos los venezolanos y no los hagas dudar. ¿MERECEMOS un mejor país? Iniciemos por nosotros, siendo la mejor versión de cada uno. Cada persona que vemos está librando su propia batalla“, expresó.
Fuente: El Cooperante