Una de las grandes aficiones del delantero argentino, considerado por muchos el mejor jugador del mundo, es hacerse tatuajes y decorar su cuerpo con diseños, que según los que lo conocen, retratan y simbolizan la vida del futbolista.
El primer tatuaje que se realizó lo hizo muy joven aún, y fue el del rostro de su madre.
El argentino estuvo bastante tiempo sin tatuarse, pero comenzó a hacerlo de nuevo cuando nació su primer hijo, Thiago. Se tatuó su nombre junto a un dibujo de las manos de su bebé.
En la actualidad a ese tatuaje le añadió un corazón alrededor del nombre y unas alas de ángel.
En la televisión argentina, en un programa dedicado al futbolista, se entrevistó a su tatuador favorito, Roberto López, quien ha trabajado con él en numerosas ocasiones y en diferentes partes del cuerpo. López comentó que el trabajo más importante con «La Pulga» fue el tatuaje que cubre completamente su brazo derecho. El tatuaje es una obra del tatuador a encargo de leo y está conformado por un ventanal de La Sagrada Familia, que simboliza su relación con la ciudad de Barcelona, un reloj con unos engranajes que representan a Cronos, el dios del tiempo, y una flor de loto, que en la cultura japonesa significa que no importa de donde vienes, sino en quien te conviertes en el futuro.
En la pierna donde está el tatuaje con el nombre de Thiago también tiene un balón de fútbol y el número 10, que porta en la selección argentina y en el Barcelona, todo adornado con detalles florales.
Sobre el tatuaje de su brazo derecho tiene el rostro de Jesucristo.
La última adición del delantero fue el nombre de su hijo menor, Mateo, detrás del rostro de Jesucristo.
