Hackers rusos conducieron una operación criminal cibernética y lograron robar información personal alojada en las bases de datos de la Agencia Mundial Antidopaje. Estas bases de datos contenían toda la información médica personal de todos los atletas que participaron en los juegos olímpicos de Río 2016.
La agencia confirmó el ataque mediante un tuit, y reprochó una acción como esta, que afirman «hace perder más aún la confianza en Rusia»; esto lo dicen pues se sospecha que el ataque haya sido orquestado por el gobierno ruso en represalia a la decisión de esta organización de prohibir la participación de numerosas atletas de la delegación rusa que se vieron involucrados en escándalos relacionados al dopaje.
Las bases de datos que fueron robadas contenían la información médica personal de los atletas, y en algunos casos hay atletas que necesitan tomar ciertos medicamentos o sustancias que están prohibidos, pero les son permitidos ya que los usan para tratar alguna enfermedad o condición, lo que puede causar controversia si se conoce públicamente. Algunos de los deportistas afectados por este hackeo son las hermanas Williams, la gimnasta Simone Biles, el ciclista Chris Froome, entre otros