Sam Allardyce era hasta hace unas horas el director técnico de la selección nacional de Inglaterra, y era, pues una profunda y preparada investigación del diario inglés The Telegraph «destapó una olla» que hizo saber que el ahora ex director técnico estaba metido hasta el cuello en un escándalo relacionado a romper las reglas del mercado de transferencias de la liga inglesa para obtener más ganancias. La investigación, que duró 10 meses, fue publicada ayer por el diario y hoy, apenas horas después, Allardyce fue retirado de su cargo.
El diario inglés que realizó la investigación, ya reconocido por labores periodísticas de esta escala, pasó 10 meses infiltrándose en el corrupto mundo de las transacciones futbolísticas inglesas, y al final Allardyce fue descubierto mediante una entrevista que quedó grabada por una cámara oculta, donde admitía evadir reglas de la liga.
El escándalo se da a cuenta de que el fútbol inglés prohíbe que terceras personas, aparte de los equipos involucrados, sean dueñas de los derechos económicos de un jugador. Este proceso funciona de manera de que al tener una empresa los derechos del jugador, decidirá a que equipo irá a jugar éste, por lo tanto quedándose con una parte de lo que genere el fichaje. Esta práctica fue prohibida por la FA Cup en el 2008.
Allardyce explica en los videos que una empresa aún puede realizar este proceso si se llega a un acuerdo con el agente del jugador, que dará una parte del dinero de la transferencia a la empresa, mientras esta sigue siendo «dueña» del jugador. Allardyce afirmó que esta práctica es más que común, y que muchos directores técnicos de la liga y jugadores dejan que esto pase y se benefician de ello, que es algo normal. Allardyce actuaba como «consejero» para los reporteros encubiertos, que hacían el papel de empresarios interesados en iniciarse en esta práctica ilegal. Aparte de su millonario sueldo como técnico de Inglaterra, Allardyce pensaba cobrar más de $500.000 por sus servicios de consultoría.
La investigación se llevó a cabo de la siguiente manera: los reporteros fingieron ser empresarios interesados, y citaron a Allardyce múltiples veces en restaurantes de Londres, donde lo grabaron con cámaras ocultas. Empezar la investigación y llegar hasta el punto de reunirse con el ex director técnico les llevo más de 10 meses, y la investigación se llevó a cabo pues gente dentro de la federación inglesa de fútbol denunció el entramado de corrupción en el diario, que decidió emprender dicha investigación.
Greg Clarke, el presidente de la federación, anunció que se realizó una reunión de emergencia con Allardyce, y que de «mutuo acuerdo» se decidió su retiro del cargo, quedando la selección temporalmente bajo el mando de Gareth Southgate, el director de la división sub 21 de la selección nacional. Allardyce solo comandó a los británicos por un solo juego, y tenía estipulado un contrato donde ganaría 3 millones de libras al año. Allardyce dirigió al Sunderland antes de la selección, y también ha tenido bajo su mando a equipos como el West Ham y Bolton Wanderers.
Cabe destacar que durante las reuniones grabadas Allardyce se burló y criticó duramente la gestión de su predecesor, Roy Hodgson, y el asistente de éste, el ex jugador Gary Neville. Allardyce cuestionó el mandato que Hodgson tuvo sobre el equipo, y también opinó que parte de la mala gestión fue por culpa de las sugerencias dadas a Hodgson por Neville. Hodgson renunció a su cargo luego del pobre desempeño de la selección inglesa en la Euro 2016.
Se espera que el diario siga con su serie de reportajes durante esta semana, destapando el complejo entramado de corrupción que azota a la FA actualmente, soltando más nombres de involucrados. Se pudo conocer que la FA pidió al Telegraph los datos arrojados por su investigación para ellos mismos comenzar la investigación respectiva en sus filas, para «purgar» a la asociación. Aunque el diario pidió declaraciones a la FA, ésta solo publicó el comunicado donde hablaba de la renuncia de Allardyce, sin hacer más comentarios al respecto.