Luego de la penosa derrota sufrida por la selección nacional ante Brasil, y también sumado al hecho de que Venezuela no ha ganado ningún partido de las eliminatorias, quedan preguntas como: ¿de quién es la culpa? o ¿qué se está haciendo mal?, que plagan la mente del fanático venezolano. El partido estuvo marcado por un fatal error del portero Dani Hernández, que hizo una entrega en corto en el minuto 8 que cayó en las garras de Gabriel Jesús, el delantero de brasil que vio la oportunidad y la aprovechó. El mencionado error bajó los ánimos tanto del equipo como de la afición, y fijaría el rumbo de lo que estaría por venir en el encuentro.
En el segundo tiempo la vinotinto «se puso las pilas» y empezó a crear ocasiones, pero ninguna se llegaba a concretar, lo que hace pensar que definitivamente algo está fallando.
En un artículo de opinión, el periodista deportivo Jovan Pulgarín señaló que a su criterio el problema no era Dudamel y su gestión sino que el problema con el que carga la selección tiene un origen más profundo, «de raíz», pues en vez de tener un equipo de 11 personas es «un compendio de individualidades», refiriéndose Pulgarín a la manera de actuar de jugadores como Adalberto Peñaranda, que prefieren armar jugadas solos y no con la ayuda táctica de sus compañeros de equipo.
Pulgarín asegura que el problema de los seleccionadores que han dirigido a la vinotinto no es su manera de dirigir precisamente, sino la falta de voluntad para cambiar desde su núcleo al equipo, eliminando tendencias como la ya mencionada que pone en práctica Peñaranda. El periodista también afirma que los resultados obtenidos por «Chita» Sanvicente no son producto de cambios alineación alguna, sino que «esto es lo que hay».
Por su parte, el también periodista deportivo, Ignacio Benedetti, contrasta diciendo que si considera que Dudamel tiene un gran problema que comparte con algunos otros directores técnicos que han pasado por el equipo, pues éste se niega a probar combinaciones nuevas y a experimentar con el posicionamiento de algunos jugadores, resultando siempre en marcadores adversos en los encuentros disputados. Benedetti asegura que la vinotinto tiene muchísimo potencial, y que muchos jugadores son piezas muy valiosas, pero que el problema es que al no encontrarse en su lugar adecuado, no rinden como deberían, y este precisamente es el error de Dudamel; el no variar la fórmula.
El experto reafirma que el equipo tiene buenos jugadores pero mala gestión argumentando que si el problema fueran los jugadores, algunos de estos no jugaran en los equipos en los que lo hacen, en prestigiosas ligas europeas, como es el caso de Peñaranda. Para dar más evidencia a su teoría, Benedetti destaca un error que a su juicio tuvo Dudamel en el partido contra Brasil, que es el haber hecho una sustitución como la de Añor, por «darle ingreso a un futbolista que no modificaría en demasía lo que viene proponiendo esta selección», pues opina que es mejor poner a alguien que juegue un rol completamente diferente, y no que cumpla exactamente la misma función que debía cumplir Añor.
Citando nuevamente el escrito de Pulgarín, el fanático venezolano debe entender que el problema ni es el equipo como equipo, ni Dudamel, pues los usuarios en Twitter salieron en masa con antorcha en mano para echarle la culpa a algo o alguien, ya cansados de ver perder una y otra vez a su selección nacional, que nunca ha estado ni cerca de clasificarse a algún mundial. Otro problema que Benedetti ve como factor en el eterno problema vinotinto es la tendencia de la FVF a contratar personal de entrenamiento que en vez de buscar formar a los jugadores, sólo busca la competitividad, el ganar, y por esto causa los problemas fundamentales que sufre hoy por hoy el equipo, y que esta tendencia debió desaparecer junto a Rafael Esquivel, pero que éste dejó un legado muy difícil de quitarse de encima.