El director técnico de la selección nacional de fútbol, Rafael Dudamel, no ha dejado atrás su pasado problemático mientras ocupa un cargo tan pesado e importante como ser el entrenador de la Vinotinto. Saca su ira por no encontrar resultados positivos con actos de mala conducta y de violencia en contra de jugadores y resto del personal.
Pero es algo que viene de atrás, con la personalidad de este joven manejador venezolano. El primer hecho que se conoció de sus problemas de comportamiento ocurrió en la Copa Libertadores, torneo en el que el 29 de abril de 2004 tuvo un incidente con el goleador Giancarlo Maldonado.
El problemón ocurrió en el juego entre el desaparecido Unión Atlético Maracaibo y el Barcelona de Guayaquil, en el estadio Monumental de Ecuador. Dudamel era el capitán del equipo marabino, que perdía 5-1 cuando al minuto 81 se produjo un penal en favor del UAM. El designado para cobrar los tiros desde los 12 pasos era Maldonado, pero estos dos y el argentino Mariano Martínez disputaban quién dispararía al arco de los ecuatorianos.
Al final, «Rafa», como capitán, escogió que él patearía el tiro. Falló. El portero rival tapó abajo y a su izquierda. Maldonado lo increpó de regresó y el ahora técnico le propinó un golpe en el rostro que le provocó una fractura en el pómulo. Su actitud antideportiva le valió la permanencia como guardameta titular en la Vinotinto de Richard Páez y su continuidad en el Unión Atlético Maracaibo, pues cuando regresaron a la Tierra del Sol Amada él mismo presentó su renuncia del equipo.
Dice que es el único acto irreflexivo que ha hecho en su carrera, peeeero…
El video del resumen de aquel juego:
Después, en 2014, lo denunciaron por plata. Mariana González, madre del juvenil Beycker Velásquez, denunció al antiguo portero por «retener» los viáticos de su hijo y de otros cinco jugadores mientras se mantuvo al mando de la selección nacional sub-17,. Dudamel se excusó y argumentó que, aunque sí existió tal retención, se debió a un tema de normas internas de conducta.
Posteriormente, este año, cuando la Vinotinto de mayores se encontraba en Uruguay preparándose para una jornada de Eliminatorias Mundialistas, le clavó un derechazo a un colombiano en todo el pómulo y le dejó un moretón. Supuestamente, el neogranadino, como dicen por ahí, le rompió las pelotas y esto provocó la reacción negativa del yaracuyano, pero igual no es un comportamiento digno de un tipo que manda en una selección nacional.
Así quedó el hombre, llamado Jairo Alberto Arciniegas, quien se encargaba de la logística para recibir a Venezuela en tierra charrúa. Arciniegas le iba a dar una cachetada a Dudamel y este le atajó la mano para darle el golpetazo:
Días después, el DT emitió este comunicado al respecto:
El último showcito del manejador de la Vinotinto fue en el juego ante Uruguay. En plena paliza uruguaya a la selección nacional, habría llamado «puto muerto de hambre» al delantero estrella Luis Suárez, del Barcelona español.
Este tipo podría terminar, a la postre, causando problemas en los vestidores de Venezuela. Y para eso, se está en el momento preciso, donde las molestias empiezan a ocurrir, ya con un grupo eliminado en la carrera por asistir a Rusia 2018 y con una cadena amplia de desaciertos desde que tuvo una actuación respetable en la Copa América Centenario, en la que fue eliminado por Argentina con un marcador que no se asemejó a lo que la Vinotinto mostró en los primeros duelos de esa competición.
Todos pensamos que dejaría atrás ese comportamiento problemático y polémico al llegar a la selección y no quitarse de encima un elegante traje, pero nada que ver… ¿Qué piensas de las actitudes de Dudamel?
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