Parecía una noche para festejar, pues el Real Madrid había ganado, retenía el liderato de la Liga española de fútbol y James Rodríguez había marcado. Pero, muy al contrario, el colombiano mostró su ira al ser cambiado y hoy la prensa vuelve a hablar de un futuro lejos del club blanco.
¿Ira o hartazgo? Esa es la cuestión que se debate actualmente con James Rodríguez. ¿Fue un momento de rabia o su enfado escondía un hastío sobre su condición secundaria en el plantel del Real Madrid? Sólo el tiempo lo dirá.
Lo único cierto, lo objetivo, fue lo que vieron los ojos del mundo, la escena protagonizada por el delantero a los 71 minutos del partido ante el Leganés, que terminó con victoria por 4-2. Fue cuando vio su número en el tablero, la decisión de Zinedine Zidane que tanto le irritó, su cambio cuando parecía disfrutar sobre el campo.
James Rodríguez fue una de las nueve novedades del técnico del Real Madrid respecto al equipo que el domingo goleó 3-0 al Alavés. Zidane utilizó masivamente su política de rotaciones y tiró de su “equipo B” para reservar fuerzas de cara a los próximos encuentros. Por ejemplo, el del sábado ante el Atlético o el del miércoles ante el Bayern Múnich.
El colombiano estuvo activo, marcó el primer gol y disfrutó. Hasta el minuto 71. James Rodríguez vio el cambio, rió con ironía al principio, maldijo después, no miró a Isco cuando éste entró en el campo y finalmente, ya en el banquillo, golpeó con furia la pared después de rechazar el saludo del preparador de porteros. Luego abandonó el campo sin disimular su enfado y sin mirar siquiera a la prensa cuando ésta le pidió hablar.
La relación entre Zidane y James Rodríguez ya parece un culebrón televisivo. Tras cada desencuentro llega una reconciliación. Así ha sido prácticamente desde que comenzó la temporada. Hasta este momento.
El cambio ocurrió dos días después de que Zidane asegurara que quería al colombiano la próxima temporada para intentar desmentir el cúmulo de informaciones que sitúan al jugador fuera del Real Madrid por petición expresa del propio entrenador francés.
Después del encuentro ante el Leganés, llegaron más preguntas a Zidane sobre James Rodríguez: “No tengo nada contra James, al contrario. Es verdad que sale mucho del campo. Estoy contento con él y es normal que se enfade por ser sustituido. Hago las cosas por el bien del equipo. Entiendo su enfado”.
Es difícil precisar qué pasa por la cabeza de James Rodríguez horas después del cambio, ya más frío. Si en diciembre insinuaba que se quería ir, en enero aseguraba que en Madrid era feliz. ¿Y ahora?
Los datos son tozudos: es el futbolista del Real Madrid menos utilizado por Zidane tras el delantero Mariano y el defensa Fabio Coentrao. Hasta Kiko Casilla, el segundo arquero del equipo blanco, jugó más minutos que el colombiano.
Fuente: Sphera