El fútbol, una vez más, vuelve a vencer a la lógica de la política. Ayer, por primera vez en la historia, las selecciones de Corea del Sur y Corea del Norte disputaron un partido oficial de fútbol en tierra norcoreana. La clasificación asiática para el Mundial femenino 2019 se divide en cuatro grupos de cinco selecciones. Cada grupo se disputa en un país en concreto, como si de un ‘mini torneo’ se tratara. El grupo B, con Uzbekistán, India, Hong Kong y las dos Coreas, se está llevando a cabo en Pyongyang, capital norcoreana, y dio la oportunidad de que Corea del Sur y Corea del Norte se midieran en partido oficial en territorio norcoreano por primera vez en la historia, ya sea en modalidad masculina o femenina.
Es cierto que las selecciones masculinas se midieron en Pyongyang en 1990, pero fue un amistoso. Ayer, había tres puntos en juego y, con el estadio repleto por 42.500 personas, ondeó la bandera de Corea del Sur junto a la de su vecina del norte y sonaron ambos himnos en medio de un ambiente tranquilo y sin ninguna incidencia.
«No me hubiera perdido el partido por nada del mundo. Es uno de los encuentros más históricos de nuestra vida y, sin duda, uno de los mejores recuerdos que guardaré de nuestra selección nacional», afirmó un veterano aficionado norcoreano a la federación de fútbol de Corea del Norte. El fútbol lo ha vuelto a conseguir.
Por cierto, el partido finalizó con empate (1-1), un resultado para la historia.
Fuente: MARCA