Un jugador que celebró una canasta de 3 puntos que finalmente no fue; otro que se trepó sobre un compañero y terminó facilitando la cesta de un rival, o que estando a punto de anotar se tropieza y se da con el balón en la cara.
Ni hablar del que por estar distraído permite que le conviertan a su equipo, o el que desconoce las reglas y se va caminando con el balón, sabiendo que esto está prohibido en el libro básico del baloncesto.
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