Parece que no será hasta el 31 de agosto cuando volvamos a ver a Cristiano Ronaldo de nuevo junto a sus compañeros en el Real Madrid. El portugués sigue disfrutando de unas vacaciones un poco más extensas que las del resto de la plantilla blanca debido, entre otras cosas, a que disputó la Copa Confederaciones con su selección, y a su condición de líder. Esto hará que no sea hasta principios de agosto cuando finalmente se pronuncie sobre todo el lío que estalló hará ya un mes, cuando el diario luso A Bola aseguró que quería marcharse del Real Madrid y de España debido a sus problemas con Hacienda.
Todo este problema parece ahora muy lejano y casi enterrado. Ronaldo ha deslizado que finalmente se queda, y existen muchas ganas de ver cómo empieza este curso después de ser el jugador clave en los últimos dos meses de la pasada temporada.Por primera vez en su carrera, Cristiano hizo caso al cuerpo técnico y a Zidane, y vivió una campaña bastante discreta en cuanto a goles, rotando bastante y descansando mucho más que de costumbre. El resultado al final fue espectacular. El ‘7’ acabó el año como un tiro, mucho más en forma que en cursos anteriores.
Se espera que en la 2017-2018 Zizou y CR7 repitan esta táctica, y por tanto veamos un Ronaldo algo discreto al principio de la temporada. Pero junto a este plan físico, si algo benefició a Cristiano al final de la campaña pasada fue que, debido a la lesión que mantuvo a Gareth Bale alejado de los terrenos de juego durante muchos meses, el técnico apostó de forma continuada por cambiar el sistema táctico y pasar de jugar en 4-3-3 a jugar en 4-4-2, con el portugués de delantero más por dentro y con más libertad para moverse por la zona de ataque.
Precisamente esto lo reconoció el propio jugador en la víspera de la final de la Champions League ante la Juventus, allá por el mes de mayo. En una entrevista con Josep Pedrerol, director de El Chiringuito, Cristiano admitió que si tenía que elegir, prefería jugar en 4-4-2 porque eso le otorga más libertad y además juega así con su selección, pero que estaba abierto a jugar de cualquier forma. Se espera que Zidane potencie su condición de goleador este curso, y que se reduzca su perfil de extremo, ahora que se ha demostrado que está mutando su rol para adaptarse a su edad y su pérdida progresiva de potencia en virtud de ganancia de remate.
Por todo ello, no sería para nada de extrañar que el Real Madrid siguiese apostando, si bien no todo el tiempo sí de forma mucho más habitual que en los últimos años, por ese 4-4-2, con cuatro medios y dos delanteros, en lugar de un 4-3-3 con una BBC sobre la que cada vez pesan más dudas acerca de su rendimiento, y que además Zizou ya ha deslizado que no es intocable. De un lado, esta tendencia la confirman los fichajes. Han llegado dos centrocampistas nuevos (Ceballos y Llorente) y sólo se ha ido James, por lo que el Madrid tiene esta temporada un jugador más para la medular en plantilla; por otra parte, el reconocimiento por parte de Cristiano de sus nuevas características a la hora de descansar, y de sus preferencias como goleador en un sistema sin tres arietes, ayuda a ‘sentenciar’ (sin quererlo, por supuesto) un poco más a la BBC. Sobre quién será el sacrificado con más asiduidad y de forma paulatina, si Benzema o Bale, ya habrá tiempo de verlo. Será una cuestión de simple rendimiento, entendemos, ya que hasta ahora Zidane, en líneas generales, lo ha premiado así.
Fuente: Don Balón