El jugador, entonces con 30 años, acababa de vencer ese año con el Bayern la Liga de Campeones. En 2013 también fue el jugador francés del año, hizo parte del equipo del año de la Bundesliga, fue el máximo asistente de ese torneo, fue el jugador del partido de la Supercopa de Europa y el jugador del año en la Bundesliga.
También fue el mejor jugador de fútbol, según los premios Globe Soccer Awards; el mejor jugador en Europa de la UEFA, el Balón de Oro de la Copa Mundial de Clubes y el mejor jugador de ese partido. Además, hizo parte del once ideal de la Bundesliga de los últimos 50 años.
Sin embargo, finalizó tercero en el ajustado pódium del Balón de Oro de 2013 con un 23,36 % de los apoyos, por detrás del astro argentino del Barcelona Lionel Messi (24,72 %) y de la estrella del Real Madrid Cristiano Ronaldo (27,99 %).
Esa edición estuvo además salpicada por la polémica debido a que la revista France Football, que entrega el galardón, postergara las fechas de votación para incluir las eliminatorias de repesca con los últimos cupos al Mundial de 2014 en Brasil, que se disputaron en noviembre de 2013.
De esa modificación se benefició Ronaldo, que se lució en el duelo ante Suecia, a la que marco cuatro goles, uno en la ida y tres en la vuelta.
Ribéry además atribuyó ese fracaso a no tener “el apoyo unánime” de los franceses: “Sentí como si me hubiesen robado (…). Me apoyaron algunos franceses, pero no sentí el apoyo unánime de mi país”, lamentó el delantero, en declaraciones concedidas a Canal + y recogidas por los medios franceses.
Agregó: “Vi con mis propios ojos, a franceses, a entrenadores, decir: es para Cristiano Ronaldo (el Balón de Oro). ¿Crees que Portugal hubieses preferido que ganase Messi o Ribéry? Seguro que no”, asumió amargamente el jugador, 81 veces internacional francés.