Cuando parecía que Jonathan Brownlee derrotaría a Mario Mola, quien terminó campeón de las Series Mundiales por primera vez en su carrera, se desvaneció. A 200 metros del final, cuando parecía que este último iba a ganar en la isla mexicana de Cozumel, perdió sus fuerzas.
Al menor de los Brownlee lo ayudó un voluntario a mantenerse en pie hasta que llegó su hermano Alistair, quien pasaba por allí y le recogió para llevarlo hasta la meta. Cuando Jonathan se desplomó, el mayor tenía la oportunidad de ganar la carrera. Sin embargo, renunció al triunfo por ayudar a su «baby brother» a cruzar la línea de meta para que intentara pelear por el título mundial hasta última instancia.
Problemón
La Federación Española de Triatlón va a presentar un recurso de apelación ante el Tribunal Arbitral de la Federación Internacional para exigir la descalificación de los Brownlee en esa prueba, debido a que «se trató de una situación en la que se produjo una evidente ayuda de un participante a otro» y a que eso no está permitido ni previsto en la reglamentación aplicable.
Claro, los intereses están de por medio. Si descalifican a los hermanos británicos, implicará que el español Fernando Alarza, que acabó tercero el Mundial, ascendería un puesto en la general final y capturaría la medalla de plata.
El ente español se ampara en el punto 2.2. apartado A del Reglamento de la Unión Internacional de Triatlón, que reza: “Los atletas que compitan en la misma prueba pueden asistirse unos a otros con varios elementos, pero limitados sólo a nutrición y bebidas después de un puesto de avituallamiento, y de bombas de aire, ruedas, cámaras, y kit reparapinchazos».