Si algo entiende bien Greivis Vásquez es lo díficil que puede ser la pobreza, y lo especial que puede ser una oportunidad para salir de ella, y a lo grande. El único venezolano activo en la NBA ha tenido una vida muy afortunada, y ha sabido retribuir a su país y a la comunidad lo que la vida le ha dado a él. Greivis conoció la pobreza en su infancia viviendo en Caracas, y tuvo la oportunidad de una beca en una escuela privada en Maryland, donde favorecían jóvenes promesas del baloncesto. De allí se formó y pasó a la universidad, de donde saldría para la NBA en el draft.
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Greivis quiere darle estas mismas oportunidades a jóvenes como él, especialmente en el medio de la crisis socioeconómica que atraviesa Venezuela. El NBA afirma que el «pudo haber robado, consumido drogas, o algo peor», pero que las oportunidades que tuvo lo rescataron de un futuro así. Por esto Greivis comenzó este año las operaciones de su fundación, pero en su tierra natal, ya que en Estados Unidos lleva años operando, y allí realiza clínicas de baloncesto, entrega de útiles escolares y ayuda económica en general a los jóvenes que lo necesiten.
La Fundación Greivis Vásquez comenzó sus actividades con un evento llamado «Los 24», donde a lo largo de varios días se encargó de entrenar a las 24 más grandes promesas del baloncesto venezolano, impartiendo clínicas de juego, junto a Diego Guevara (El ídolo de Greivis y la razón por la cual porta la camiseta 21), pero también enseñando a los chicos temas relevantes como el manejo de atención mediática, el no descuidar su desempeño académico, y hasta educación sexual. Los jugadores realizaron sus actividades frente a especialistas de la NBA que trajo Greivis. Los jóvenes fueron alojados en un hotel de cinco estrellas con todos los gastos pagos, y se les donó vestimenta de la marca Under Armour, que utiliza Greivis.
En un evento parecido que se realizó hace pocas semanas el atleta equipó a varios otros atletas jóvenes con útiles para el regreso a clases y en una aparición sorpresa, impartió charlas y enseñó técnicas de juego; todo esto realizado en Parque Miranda en Caracas, pero repitiendo posteriormente el evento en Cumaná y en Barquisimeto.
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Queriendo repetir las oportunidades que le fueron dadas, seleccionó a los mejores 4 jugadores de «Los 24» y los envió a Estados Unidos con una beca completa, tal y como le sucedió a él. Greivis dice no querer estar solo en la liga, que quiere que hayan muchos venezolanos, siendo éste el motivo que da para su labor social. Vásquez agregó que las labores de su fundación en Venezuela habían tardado pues estaba esperando a tener una posición más establecida en la liga; actualmente firmó con los Nets un contrato para un mínimo de una temporada.
Aparte de sus labores para fomentar el crecimiento del baloncesto en Venezuela y de entrenar jóvenes promesas, Greivis también se encargó de la restauración de varias canchas de baloncesto en áreas de bajos recursos, queriendo también construir unas nuevas en áreas así, y planea la edificación de un complejo deportivo donde pueda llevar a cabo todas las actividades de su fundación; ya compró un terreno y busca financiar la obra por medio de varias iniciativas.
En los próximos 6 meses Greivis planea realizar al menos 3 clínicas más en su país natal, sin descuidar también sus labores en Estados Unidos, donde trabaja arduamente con comunidades latinas de bajos recursos, impartiendo charlas motivacionales, clínicas y donando material deportivo. Greivis también financia en Venezuela programas alimenticios y ayuda al que no tiene recursos en la manera que pueda, como cuándo una vez donó los pasajes de avión de un equipo infantil que necesitaba jugar en el exterior. Vásquez afirma que su sueño siempre ha sido ayudar a los demás y dar lo que tiene, pues sabe como se siente no tener nada y que te lo den todo.