Hay una vasta y viciosa red de tráfico humano que provee a Major League Baseball con algunos de sus mejores jugadores. Comienza con los jugadores, jóvenes con talento magnífico que buscan escapar de la pobreza de Cuba. Y termina con los equipos de MLB que pagan contratos masivos para conseguirlos.
En el centro hay un submundo de contrabandistas que llega a asociarse con Los Zetas, uno de los cárteles de drogas más peligrosos del mundo.
Al menos 25 jugadores cubanos han sido traídos a Estados Unidos por contrabandistas desde 2004, según documentos judiciales derivados de más de una docena de investigaciones federales. En total, los jugadores pagaron a los contrabandistas más de $ 11.4 millones de sus salarios, según los archivos de la corte.
El público ve a una tierra de refugiados cubanos un acuerdo de agente libre por millones. Pero detrás de las escenas, estos jugadores de pelota deben a sus contrabandistas una parte considerable de sus cheques de la MLB. A veces sus familias son mantenidas prisioneras hasta que firmen contratos de extorsión que convierten a sus contrabandistas en sus agentes deportivos, según los fiscales y la propia cuenta de un jugador.
Algunos de estos detalles han sido expuestos en el pasado. En 2014, una demanda reveló cómo el slugger cubano Yasiel Puig sobrevivió a un viaje por el inframundo de México antes de firmar un acuerdo de un millón de dólares con los Dodgers de Los Ángeles. Y en noviembre, los fiscales federales detallaron la dura vida de las casas escondidas mexicanas, donde los contrabandistas amenazaban con disparar a los jugadores «secuestrados» si intentaban escapar.
Es un lado del béisbol que MLB no reconoce públicamente. Pero los nuevos detalles sobre este sombrío inframundo finalmente saldrán a la luz el próximo mes cuando el agente deportivo Bartolo Hernández será juzgado en Miami por supuestamente tomar parte en el contrabando de 17 jugadores cubanos para asegurarlos como clientes.
La lista de testigos incluye a las superestrellas de la MLB Yoenis Céspedes y José Abreu. El agente deportivo niega los cargos. Su abogado los llama «pura ficción».
Explotación de las reglas
Al igual que en Estados Unidos, el béisbol es un pasatiempo nacional muy querido en Cuba. Pero Fidel Castro eliminó los deportes profesionales allí hace medio siglo. Como resultado, la liga amateur de Cuba se apila con talento estrella. Estos jugadores ganan reconocimiento internacional por su habilidad, pero incluso los mejores jugadores ganan menos de 1.500 pesos al mes, aproximadamente $ 56.
Sólo 90 millas al norte es la costa de los Estados Unidos. Si un jugador logra llegar a la Florida, inmediatamente puede sacar provecho de sus talentos. Todos los cubanos reciben un trato especial del gobierno de los Estados Unidos, gracias a la política de inmigración estadounidense «pies húmedos y pies secos». Los cubanos que tocan el suelo de los Estados Unidos se colocan inmediatamente en un camino hacia la residencia legal.
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Pero eso también significa que los cubanos que llegan como refugiados -como cualquier otra persona en los Estados Unidos y Canadá- están sujetos al borrador de la MLB. Son escogidos por un solo equipo. Sin poder de negociación, los novatos suelen ofrecer el salario mínimo de $ 500.000.
Sin embargo, los jugadores internacionales no están sujetos al borrador. Pueden negociar con cualquier equipo que ellos elijan, y la puja subsecuente puede enviar repartos del contrato en los millones.
Esa pequeña arruga crea la motivación perfecta para los contrabandistas.
Estudian a jugadores cubanos en México con documentos de inmigración forjados, según varios casos esbozados por fiscales federales. Como supuestos «residentes mexicanos», califican como jugadores internacionales y pueden negociar contratos de agencia libre con equipos de MLB.
Todo el mundo parece ganar. El jugador recibe un tiro a un salario inflado. Los contrabandistas consiguen un corte enorme. MLB recibe a sus jugadores estrella. Pero todo el proceso alimenta a las empresas criminales dedicadas a la trata de personas violentas. Encaja los bolsillos de un cártel de la droga. Y se aprovecha de los propios jugadores extorsionándolos.
Mañana haremos entrega de la segunda parte del informe donde podrán leer la historia de Leonys Martin y Yasiel Puig sobre su complicada salida de Cuba.
Peloteros desertores vuelven a su natal Cuba
Fuente: CNN Money
Traducción: Farandisport