Grigor Dimitrov, que ha tenido que crecer con la pesada losa de ser comparado constantemente con Roger Federer, dio este domingo en Cincinnati el primer gran golpe de autoridad en el circuito masculino estrenando su casillero de Masters 1.000, la categoría que va inmediatamente después de los ‘Grand Slam’, tras derrotar en la final a Nick Kyrgios por 6-3 y 7-5.
De poco le sirvió a Kyrgios llegar a la última ronda con la confianza que daban las victorias en dos sets ante los españoles Rafael Nadal y David Ferrer. Perdió por dos veces su saque y no convirtió ningún ‘break’. Su rival búlgaro no le dio opción de entrar en el partido. «Sabía que tenías dentro una victorias así», le reconocía su víctima australiana en la entrega de premios.
La victoria le sirve a Dimitrov, de 26 años, para regresar al ‘Top10’ mundial. Este lunes aparecerá en la novena posición del ranking, por delante del lesionado Kei Nishikori, e inmediatamente detrás de Dominic Thiem.
El flamante vencedor de Cincinnati suma la tercera corona de la temporada, anteriormente se había impuesto en Brisbane y Sofía, y la séptima desde que ingresó en el circuito ATP.
Fuente: Marca