La temporada de 2016 dejó grandes sorpresas y acabó con maldiciones de más de 100 años, pero algunos peloteros coparon las portadas por su terrible accionar durante el año, algunos de ellos firmaron contratos millonarios pero no pudieron poner en el diamante el equivalente a la cantidad de dólares que recibieron.
Giancarlo Stanton
Luego de firmar un contrato multimillonario con el equipo de Miami, Stanton defraudó con una temporada floja. A pesar de conectar 27 jonrones (decente, pero menos de lo esperado) sólo impulsó 74 carreras y dejó promedio de .240 en 119 partidos.
Pablo Sandoval
El ‘Panda’ llegó a Boston proveniente de los Giants en el 2015, con jugoso contrato, y dejó números muy pobres (.245 / 10 JR / 47 CI en 126 juegos). Para el 2016, Sandoval llegó con varios kilos de sobrepeso, no se vio bien durante el Spring Training y apenas participó en 3 encuentros antes de lesionarse en la temporada regular. La organización espera que el 2017 sea completamente diferente.
Félix Hernández
Otro venezolano en la lista, esta vez, ‘El Rey’. El abridor de los Marineros ha sido considerado como uno de los mejores lanzadores del mundo desde el 2009, cuando quedó segundo en la votación al Cy Young, premio que ganó un año después, pero no se puede ocultar que su desempeño en 2016 fue mucho más débil de lo que se nos tiene acostumbrados: en 25 salidas lanzó 153.1 entradas, ambas cifras las más bajas desde el 2005 (temporada de novato), dejó récord de 11-8 y una efectividad de 3.82, números que para otros quizá no son un desastre, pero vaya que lo son para ‘Su Majestad’.
Zack Greinke
Greinke llegó a Arizona en el 2016 luego de tener una de sus mejores temporadas en 2015 con los Dodgers, todo indicaba que sería el pilar de la rotación e inspiración para el equipo, adivinaron, no fue así: el derecho dejó una altísima efectividad de 4.37 en 158.2 innings, la más alta desde el 2005 (5.80) cuando con 21 años perdió 17 juegos para los Royals.
Bryce Harper
Del cielo a la tierra fue la diferencia entre 2015 y 2016 para una de las jóvenes estrellas de la MLB. 2015: MVP de La Nacional con números que enamoran, 2016: pues, todo lo contrario. El jardinero de los ‘Nats’ conectó para .243, casi 100 puntos menos que la campaña anterior, 24 jonrones (18 menos que 2015) y 86 remolques. El promedio de embasado fue algo que también bajó considerablemente.
Andrew McCutchen
Luego de cuatro temporadas seguidas de ensueño, el jardinero fue todo menos ‘Clutch’, como le conocen en Pittsburgh por su oportuno bate. Promedió .256 (más bajo de su carrera) con 24 jonrones y menos de 80 impulsadas. Temporada atípica para una súperestrella como él, que seguramente está trabajando fuerte para regresar a su forma habitual.
Dallas Keuchel
Al igual que Harper, Keuchel pasó de ser el mejor en 2015 a un 2016 lamentable. Ganó el Cy Young de la Americana la temporada pasada con una campaña brillante, sin embargo, este año estuvo irreconocible con 9 ganados, 12 perdidos y una ‘inefectividad’ de 4.55, ¿será que puede volver a ser el abridor dominante que los Astros necesitan en 2017?
Matt Harvey
Sin duda, de las temporadas más decepcionantes para cualquier pelotero en los últimos años. Luego de ser fundamental en el camino de los Mets a la Serie Mundial en 2015, el ‘Caballero de la Noche’ se vino abajo en el 2016: apenas pudo ganar 4 veces en 17 salidas, acumulando un total de 10 derrotas y promedio de carreras limpias de casi 5.00.
Jason Heyward
El jardinero de los Cubs, actuales campeones del béisbol, firmó contrato millonario con Chicago en 2016 y todo apuntaba que sería clave para su equipo, luego de tener la mejor temporada ofensiva de su carrera un año atrás con los Cardenales, pero no fue así. Heyward apenas promedió .230 con el madero, sacó la bola 7 veces del parque e impulsó 49, por suerte, es uno de los mejores en su posición y logró ayudar al equipo en ese aspecto, pero deberá mejorar notablemente su bateo si quiere mantener su titularidad.
James Shields
Quizá el más decepcionante de todos sea este hombre. Llegó a los Medias Blancas con la idea de ser, junto a Chris Sale, la fuerza del equipo en la rotación. Ahora Sale se fue y la confianza en Shields no es mucha que se diga luego de un 2016 de terror. Desde su llegada a Chicago, Shields tiene récord de 4-12 con 6.77 de efectividad, sí, 6.77 en 114.1 entradas de labor. Si sumamos eso con sus números en San Diego a principio de temporada: 181.2 innings, 6 ganados, 19 derrotas, 5.85 carreras permitidas cada 9.0 entradas, escalofriante, especialmente cuando desde hace algunos años ya se le consideraba como uno de los mejores. Deberá mejorar y mucho si quiere recuperar su estatus.