La historia de Guerreros del Lago, vista desde cierto punto, es una historia deportiva muy bonita, de superación. Una de esas historias que da para una película de Hollywood de carácter deportivo y motivacional.
Es la historia de un empresario zuliano que asistió a un juego de fútbol sala en el año 2006 y se enamoró de ese deporte, decidiendo entonces financiar la pasión de unos chamos que le querían echar pichón al asunto. Primero el conjunto recibió el nombre de Digarsa FS, siendo Digarsa el nombre de la empresa de Euribiades García, padre y creador del equipo, y su actual y único dueño y presidente.
Cuando empezaron a tener cierto éxito a nivel regional, y luego a nivel nacional, decidieron cambiar de identidad en el 2011, convirtiéndose así en Guerreros del Lago, club zuliano de fútbol sala. Fueron también en 2011, junto con otros clubes del país, artífices en la creación del Torneo Superior de fútbol sala, torneo de esa disciplina de más alta categoría que ha visto el país.
De las 5 ediciones que se han disputado de ese torneo, Guerreros del Lago ha ganado dos, por lo que porta 2 estrellas sobre su escudo.
Una historia inspiradora desarrollada en muy poco tiempo, sí, pero no por eso quiere decir que ésta ha sido toda color de rosas, pues en ese mismo poco tiempo el club ha sido testigo de unas cuantas tragedias que han oscurecido su trayectoria; pareciera que la desgracia los persigue.
Por eso aquí, a raíz de la lamentable muerte de uno de sus jugadores, haremos memoria para que conozcas estas historias.
La primera tragedia que sacudió al conjunto fue el escandaloso caso de la muerte de Eurivic García, hijo del dueño y parte de la escuadra también, bajo circunstancias oscuras y sospechosas.
La historia va así: unos sicarios se habían decidido a asesinar a Alí Gerardo Ruiz, funcionario del Sebin. Para hacer esto, se trasladaron en un Optra hasta donde vivía el ahora fallecido funcionario, en la urbanización La Rotaria, en Maracaibo, y al llegar allí le dispararon dos veces, pero no sin que antes Ruiz le propinara dos disparos con su arma de reglamento a Eurivic Garcia, que por algún motivo se encontraba en el vehículo.
A las horas, el vehículo fue encontrado abandonado muy lejos de la escena del crimen, pues los sicarios se dieron a la fuga y dejaron el carro botado con el cuerpo del jugador de Guerreros adentro.
La hipótesis que manejaba la policía, y lo que reportaron todos los medios, era que al pobre Eurivic le habían robado su Optra para cometer desde allí el homicidio, y que cuando lo mataron «por error», los maleantes se asustaron y dejaron botado el carro como ya explicamos.
Indagaciones de la policía posteriormente revelaron que el ahora ex jugador, de 39 años y padre de dos hijos ahora huérfanos, era compinche de «El Gufi», el sicario que asesinó al funcionario del Sebin, y que García no estaba allí por casualidad, sino para colaborar en el crimen. Eurivic ya había jugado en la vinotinto fútbol sala. Nada más que decir.
Para continuar, en una nota más ligera, pero no menos trágica, te vamos a contar el incesante problemón entre la gobernación del estado y el equipo en cuestión.
En el año 2014, ya siendo campeones, y antes de comenzar la zafra de ese año, el equipo había realizado un convenio con la gobernación. La gestión de Francisco Arias Cárdenas le pagaría 500.000 Bs.F. al equipo para que este llevara el logo de la gobernación del Zulia en su uniforme, y antes de comenzar a jugar le adelantaron 100.000 para gastos, que en ese entonces era una fortuna (ya nos llevó la inflación).
Pasaron los meses, y Guerreros estaba sumido en deudas por todos lados y ya empezaba a tener problemas serios por ello, y aun no veían ni una locha de los 400.000 que faltaban. Estuvieron más de dos semanas tratando de contactar a la gobernación, pero nadie respondía. No sabemos si a la final pagaron, pero creemos que si puesto que ambos reanudaron su relación en el futuro.
Pero aquí no termina la novela. Hace meses, abril, se tenía que disputar nada más y nada menos que la Copa Libertadores Sala en la ciudad de Maracaibo íntegramente. Se tenía, porque a última hora el equipo se echó para atrás, ya que una vez más el gobierno regional estaba endeudado con ellos hasta los tequeteques, y de paso se hacían los locos para la logística, así que no se pudo y hubo que mover el torneo a otro país. Aunque Arias Cárdenas juró que todo saldría «al pelo», nos hizo pasar pena internacional.
Para finalizar, en el día de ayer se conoció el lamentable fallecimiento de Keduin Indriago, joven de 18 años que hacía vida en el club desde el año 2015, y que estaba preseleccionado para la vinointo sala sub 20. El joven sufrió un trágico accidente de tránsito y falleció en Ciudad Ojeda, estado Zulia. Otra tragedia más para el club, el perder a esta joven promesa.
Como pueden ver, la desgracia persigue a Guerreros del Lago.
