La corrupción y malas mañas que encontramos seguido en nuestro país alcanza incluso a organizaciones que persiguen objetivos sanos y necesarios, como lo es el de promover el deporte. Si organizaciones como la FIFA, mamá de todas las federaciones de fútbol alrededor del mundo, están manchadas con casos de oficiales corruptos, que la afectan desde la raíz, no debería sorprender entonces que nuestro fútbol se vea acechado por la fea sombra de dicha corrupción.
Afortunadamente, hasta ahora no han saltado o visto la luz pública muchos casos que dejen en evidencia una reinante corrupción en nuestro fútbol, pero de que hay, hay; y muchos sin conocer, con protagonistas que se salieron con la suya.
Henry Palomino, quien hasta hace semanas era parte de la plantilla del Zulia FC, club al que perteneció por casi 10 años, contó a un reconocido diario del estado en el que reside el equipo petrolero una anécdota que de seguro no pasará desapercibida por la prensa especializada y que habrá hecho saltar más de una alarma entre directivos, equipos y jugadores.
Corría el 2016, y la oncena zuliana se preparaba para disputar la final de la Copa Venezuela 2016, siendo el primer partido en el Brígido Iriarte, contra Estudiantes de Caracas. Faltando sólo horas para que toda la plantilla se reuniera para prepararse para el encuentro, Palomino recibió una llamada de un hombre que indicó poseía un marcado acento español; al jugador defensivo le sorprendió que lo llamara un número extranjero, y quizás hasta se emocionó pensando que lo querían fichar o algo cuando el hombre dijo tener una propuesta para él.
El siguiente es un extracto de la entrevista realizada a Palomino, en la que describió la conversación que se llevó a cabo:
– Yo soy un apostador, trabajo y vivo de eso, quiero que recibas algún dinero.
– ¿A cambio de qué?
– Quiero que recibas mil dólares por el partido de mañana.
– ¿Por qué voy a recibir ese dinero?
– En total te voy a dar 10.000 dólares. Pero mañana mismo antes del partido te voy a hacer llegar al camerino 1.000 dólares y después del juego 9.000 de los verdes. Pero yo quiero que tú tires para atrás el partido, que pierdas la final de Copa Venezuela.
Palomino indicó, que como debería ser obvio para quienes lo conocen, rechazó sin pensarlo la oferta, pues no pondría en riesgo un cupo internacional para el club y una victoria de esa magnitud por beneficio personal; Palomino siente un gran apego y responsabilidad con el equipo, al haber pertenecido tantos años al mismo.
El futbolista contó que lo primero que hizo tras recibir la llamada fue comunicar lo sucedido a través de un grupo de Whatsapp que tiene el equipo, advirtiendo a sus compañeros y recordándoles que no deberían ni considerar la oferta de recibirla ellos también; Palomino cuenta que tras su negativa a aceptar el soborno, el hombre español le pidió que al menos aceptara convencer a otros compañeros de dejarse comprar.
«Después de la charla técnica del profesor (César «Champion» Marcano), le volví a hablar a los muchachos, hicimos un compromiso entre todos (…) El capitán en ese momento era Giovanny Romero, él alzó su voz y le manifestó a los muchachos que no se dejaran tentar por personas ajenas. Él me ayudó», aseguró Palomino.
El ex petrolero dijo no saber si el hombre desconocido le ofreció sobornos a alguien más del club, pero asegura saber que, de ser así, nadie lo aceptó, pues dice que todos pusieron su máximo esfuerzo para que el club se coronara campeón, hazaña que lograron con una victoria 2-1 en casa.
La corrupción dentro de las filas del fútbol venezolano queda en evidencia, pues Palomino dice no saber cómo el misterioso apostador consiguió su número, que de seguro fue proporcionado por algún venezolano involucrado en la artimaña.