Buddy Bailey, aquel hombre que llevó a seis títulos a los Tigres de Aragua en una época dorada, vuelve a las filas del conjunto bengalí. Para conseguir tantos triunfos seguidos, el estratega estadounidense se ganó varios detractores principalmente por su carácter de hierro y disciplina rígida, incluso de jugadores que terminaron fuera de la organización.
En el deporte profesional venezolano, está la costumbre -un código no divulgado- que las gerencias y dueños prefieren salir de «uno que de diez»; es decir, cuando hay conflictos internos, despiden al timonel para complacer a los atletas. En la anterior y exitosa gestión de los Tigres de Aragua, ocurrió siempre la inversa: jugador que se enemistaba con Bailey, era cambiado o tan sencillo debía calársela.
El caso más emblemático, sin duda, fue el de Miguel Cabrera, quien llegó a decir en alguna ocasión que no jugaría más con los centrales hasta que Bailey fuera botado. Obvio, el status de «miguelito» ascendió en MLB a un punto que no tendría permiso para ver acción en la LVBP; en la pasada zafra, el triplecoronado de las Grandes Ligas se burló en las redes sociales cuando los de Aragua eliminaros a los Tiburones de La Guaira, equipo a cargo de Bailey.
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En esta venidera 2016-2017 es totalmente distinto. Miguel Cabrera manifestó que jugará para que sirva de «pretemporada» hacia el Clásico Mundial de Beisbol y también tendrá Bailey entre sus coaches, ya que el estadounidense acaba de ser anunciado como coach de banca de los aragüeños.
La designación de Buddy cobra sentido, cuando Eduardo Pérez (el manager de Tigres) comenzará los primeros 14 juegos sin opción a dirigir porque debe cumplir una sanción.
¿Será que Cabrera luego le exige a Carlos Guillén (presidente de Tigres) que bote a Bailey si lo quiere a él en el line-up desde diciembre?
Amanecerá y veremos…