Difícilmente, en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional haya habido un mejor bateador emergente en los últimos años como Alex Núñez, un hombre rendidor desde la banca que responde en la hora pequeña con los Tigres de Aragua y hasta este miércoles era una de las pocas piezas que vivieron la década dorada de los bengalíes de la mano de Buddy Bailey y que aún pertenecía al club felino.

Pero el 27 de noviembre, dos días antes del Juego de Estrellas del circuito nacional, el conjunto aragüeño envió al veterano a la liga paralela, donde en su mayoría se encuentran puros novatos o peloteros en desarrollo. Bueno, por algo se llama «Programa de Desarrollo».

Casi un mes después, Núñez asegura que no ha recibido explicaciones del movimiento y que incluso pidió que lo cambiaran de equipo, algo que nunca ocurrió. Por eso, este miércoles en rueda de prensa en el estadio Universitario, anunció que renuncia formalmente a los Tigres de Aragua. A sus 35 años de edad, piensa seguir activo, siempre y cuando alguna otra divisa de la liga le dé trabajo.

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Todo esto es parte del culebrón de Carlos Guillén, presidente del equipo, desde que tomó el cargo. El expelotero salió de todos los miembros importantes que tantas veces celebraron en el terreno del José Pérez Colmenares. Adiós a Ronny Cedeño, Luis Maza, Francisco Buttó, Yorman Bazardo, Alex Romero, Víctor Moreno, Luis Rodríguez, Héctor Giménez, Alex Delgado, ahora Alex Núñez… En fin, despidos irrespetuosos sin siquiera reconocerles lo que lograron por muchos años.

«El presidente de ese equipo (Guillén) tiene un ego muy grande, todos (los demás peloteros) sabemos que algún día va a pagar todo lo que ha hecho», dijo un expelotero parte de ese exitoso grupo a FarandiSport en condición de anónimo.