No todo en las Grandes Ligas es Miguel Cabrera, José Altuve, Bryce Harper, Josh Donaldson o Mike Trout. Todos los nombrados son unos fenómenos que están fuera de lote. Pero en las Mayores, cueste creerlo, también hay peloteros malos como el hambre, como un hijo que le pega a su madre.
En la ofensiva hay hombres que no tienen méritos reales —ni al parecer aptitudes— para estar en el mejor béisbol del mundo ni mucho menos jugar a diario, como algunos de los que mencionaremos en el siguiente listado. Los juzgaremos por los numeritos que dejaron durante la ronda regular de este año en la Gran Carpa.
Estas son las joyitas:
1) Dioner Navarro: El primero en la lista es este catcher venezolano que, aunque nunca ha tenido gloria con su bate, siempre tenía actuaciones que no eran de las peores. Solo que este año, cuando fue parte de Medias Blancas de Chicago antes de pasar a los Azulejos de Toronto, dejó mucho que desear desde la caja de bateadores.
Navarro pegó apenas 63 hits en 101 juegos y 304 veces oficiales al bate, de ahí su bajo average de .207, coqueteando con la famosa e infame Línea Mendoza. En toda la campaña, solo empujó 35 carreritas y anotó 26. Verlo en las bases era un milagro, no lo era verlo poncharse (71). ¡Buena suerte en 2017, Dioner!
2) Billy Burns: Este veloz hombrecito corre como el diablo y fildea bien en los jardines, pero no batea ni se embasa. Y dicen los que saben que para robarse una base lo primero que hay que hacer es embasarse. Burns, quien comenzó la zafra con los Atléticos de Oakland y después pasó a los Reales de Kansas City, también tiene un poder nulo.
En 97 compromisos y 311 turnos a la ofensiva, ligó para .235, con únicamente 73 inatrapables, cantidad que aprovechó para estafar 17 almohadillas en 22 intentos. Solo impulsó 13 carreras y, lea bien, fue el único bateador, entre todos los que sumaron al menos 300 chances legales, en no sacar la pelota del parque.
3) Ryan Howard: Un caso extraño: tuvo 25 jonrones, pero su promedio con el madero fue una lágrima: .196. Se alternó en la primera base de los Filis de Filadelfia con Tommy Joseph. No solo asusta su bajo bateo, sino que se ponchó en 114 ocasiones durante 112 compromisos, ¡más de una vez por juego!
Estos se muestran como los días que marcan el comienzo del final del inicialista que, hace años, era una amenaza de poder constante, un terror de lanzadores.
4) Derek Norris: Este es el bárbaro. Jugó en 125 desafíos porque fue el receptor titular de los Padres de San Diego y tuvo el peor average entre los toleteros con al menos 300 chances: .186, un total desastre. Únicamente disparó 77 incogibles en 415 oportunidades oficiales y, por lo menos, pegó 14 vuelacercas y 17 dobles. Terminó con 42 remolques, pero lo retiraron por la vía del tercer strikes 139 veces, una barbaridad.
5) Ben Revere: Este chamo sin duda tiene buenas piernas, pero tuvo un caso parecido al de Burns. Participó en 103 de los 162 juegos de los campeones de la División Este de la Liga Nacional, los Nacionales de Washington, y solo consiguió 76 indiscutibles en 350 viajes legales al plato,
Aunque a lo largo de los años robar bases ha sido su marca de fábrica, esta vez, debido a las pocas ocasiones en las que se embasó, apenas salió a la conquista de 19 cojines y se quedó con 14 de ellos. Terminó, en total, con promedio al bate de .217.