No es mentira que el deporte alegra y entretiene, no. Esa es la principal razón por la cual vemos deportes en televisión, por ejemplo. Para distraernos después de un día cansado o para entreternos, al ver a nuestro equipo favorito. Y, por supuesto, ¿a qué fanático no le gusta que su equipo gane?. No hay nada más sabroso que ver al equipo de uno ganando una final, una liga, una copa, lo que sea, así sea un partido sin mucha importancia.
Y si hay algo que de verdad necesitamos en el país, estando la situación como está, es entreternos, quizás no distraernos, pues no podemos hacer la vista gorda a todos los problemas que enfrentamos todos los días: que si aumentaron el sueldo, que si no conseguimos harina PAN, etc, etc, etc… Pregúntenle a un maracucho a ver si no bebió y celebró la victoria de sus Águilas del Zulia, por muy mal que esté la cosa.
Pero hay que ser realistas también, no todo puede ser por siempre juego, bebida y diversión, llega un punto en que hay que dejar las risas a un lado para afrontar de verdad lo que nos toca cada día.
Un grupo que parece no entender el límite, la línea entre las dos cosas que explicamos, son los peloteros venezolanos, concretamente, los grandeligas que actualmente se entrenan para representarnos en el Clásico Mundial de Béisbol, a disputarse en cuestión de semanas en México. Venezuela nunca ha ganado un Clásico, y lo más lejos que ha llegado ha sido tercer lugar, así que no sabemos lo que es estar en una final siquiera.
Decimos que ellos no entienden, porque es muy común verlos por allí, declarando a medios y diciendo cosas como que la selección es una esperanza, como si fueran unos héroes, como si el país se fuera a revolucionar por causa de ellos.
No es raro ver a algún grandeliga de peso (no cualquier jugador sin importancia) dando declaraciones del tipo ‘esperamos lograr victorias que llenen de esperanza al país’ o ‘queremos darle una alegría al pueblo venezolano con nuestro béisbol’. Y no son exageraciones nuestras, mira estos casos concretos.
“Necesitamos hacer algo por nuestro país, que está atravesando por muchos problemas”, fueron las palabras exactas de Miguel Cabrera en una entrevista. Por mucho que celebremos alguna victoria de Venezuela en el Clásico, vamos a estar claro, ¿qué es lo que va a hacer eso por nuestro país? Nada, absolutamente nada va a hacer.
Si ganamos, seguro nos echamos nuestros palos, pegamos unos gritos y ya. Volvemos a la triste rutina diaria. Nada hicieron los peloteros por nosotros.
“Creo que el deporte puede ayudar a mantener unidos a los venezolanos. No solo el béisbol. Cualquier deporte puede llevar alegría y unión a la gente”., agregó Cabrera. Bueno, quizás si nos sirve algún partido para distraernos, pero por ganar el Clásico, la selección no va a salvar al mundo. Nada va a pasar.
Quizás es muy fácil decir con ligereza que ellos nos traerán alegrías, unión y paz con sus victorias (si es que pasan de fase de grupos siquiera), desde una mansión en Detroit y lejos de Venezuela, con comida en la mesa y sin preocupaciones en la mesa.
OJO, estamos conscientes de lo mucho que hace Miguel Cabrera y otros peloteros por el país, con increíbles obras caritativas y de ayuda, así como eventos deportivos para niños, pero queremos destacar que eso sí es lo que ayuda, no decir que con ganar un torneo de béisbol se arreglarán mágicamente nuestros graves, gravísimos problemas.
Otro que salió a decir lo mismo fue CarGo, en una entrevista en la que habló de la situación de Venezuela. González espera que la situación mejore, y que el deporte sea una motivación para unir a sus compatriotas. Bueno, lo que en realidad necesitamos para unirnos es un sistema político que funcione, y no lo que tenemos ahorita, que no sirve ni un bando ni el otro.
“No es un secreto lo que está pasando allá, así que sería genial que podamos hacer algo que sirva como una pequeña distracción y no pensar en los problemas que tienen”. Estas fueron las palabras de Francisco Rodríguez. No, lo que menos debemos de hacer es dejar de pensar en los problemas que tenemos. Tenemos que pensar para buscarle una solución a este desastre. Otro más que está fuera de contacto con la realidad venezolana, y que cree que jugando se nos va a pasar todo.